Los chiclaneros sienten la especial devoción por su patrona la Virgen de Nazaret. El segundo domingo de mayo se celebra la popular romería “de la Carrasca”. Es una romería ancestral que celebra Chiclana de Segura. La imagen de la Virgen de Nazaret es llevada en romería hasta el paraje de La Carrasca, desde donde volverá el domingo hasta llegar de nuevo al templo parroquial de Chiclana de Segura.
Cuenta la tradición
Durante el siglo XVIII en la Venta de los Santos, que pertenecía en aquel entonces a Chiclana de Segura, existía una ermita para culto de la Virgen de Nazaret y del Cristo de la Expiración. A finales del siglo XVIII en el reinado de Carlos III, Venta de los Santos dejó de pertenecer a Chiclana de Segura, para pasar a ser término de Montizón.
Cuenta la tradición que, para evitar enfrentamientos entre ambos pueblos, se sorteó cada una de las imágenes correspondiendo la de la Virgen a Montizón y la del Cristo a Chiclana de Segura. Según la misma tradición, cuando los hijos de ambas poblaciones fueron a levantar la imágen que les había correspondido en suerte no pudieron hacerlo por el peso que parecían tener.
Decidieron entonces cambiarse las cuadrillas de los porteadores y los venteros pudieron alzar al Cristo y los chiclaneros a la Virgen, lo que fue tenido como una muestra providencial del deseo de donde querían residir las imágenes.
Durante el traslado de la imagen de la Virgen de Nazaret, los chiclaneros descansaron en el paraje conocido por “La Carrasca” (que pasó a llamarse Descansadero de Carrasca) y dicidieron que, cada segundo de mayo, se realizaría una romería en este lugar para honrar a la Virgen que no quiso abandonarlos. Hoy se celebra el segundo domingo de mayo.